Postulan al presidente de la RLEIDHyH a la presea “Rodolfo Luis Vigo”

La Corresponsalia España de la La Red Latinoamericana de Estudio e Investigación en Derechos Humanos y Humanitario Postula al presidente de la Red a la presea “Rodolfo Luis Vigo” . Tambien lo han hecho los Capítulos de Argentina y Colombia. Se puede adherir y apoyar la postulación enviando a la direccion electònica de la Academia Mexicana de Derechoque se menciona, la postulación pertinente. hasta el del 12 de junio de 2021 la postilación pertinente. Compartinos texro de adhesión de la Corresponsalía:

Española.Barcelona, 6 de junio de 2021

Señores: Academia Nacional de Derecho de México, Correo electrónico: juridiconaveja@yahoo.com.mx

Asunto: convocatoria a la Presea “Dr. Rodolfo Luis Vigo”, que propone condecorar a jueces, magistrados o ministros por excelencia en su desempeño La presente carta y humildes palabras son para manifestar que en mi vida y formación académica he tenido profesores excelentes por los hemisferios donde he transitado, formadores con gran calidad humana y de varias regiones de América y Europa, e inclusive he visto jueces eminentes con gran formación académica. Me han formado docentes con gran recorrido internacional y ponentes de trayectoria significativa y han sido muchos en quienes me he fijado por sus altos valores axiológicos. Investigadores de alcurnia y autores de libros relevantes han sido en quienes me he guiado, tratando de buscar cada día y paso a paso el espejo donde mirarme reflejado, excelentes doctrinantes me han impresionado, sin embargo, hay características singulares y muy especiales que reúnen ese todo en una sola persona, es una de las personas que más ha marcado mi vida por su ética profesional, su entrega como si del último suspiro que le quedara a su vida se tratara para transmitir su conocimiento con el entusiasmo del primer día, las mismas ganas y la metodología correcta y necesaria para lograr sus fines sin afán, pero sin dejarse nada en el camino, como lo hace el juez, EDUARDO J. R. LLUGDAR, sabiendo que entramos a un mundo complejo de la enseñanza y aprendizaje a la vez en su sinergia, un mundo académico, en el que están llamados a destacar algunos pocos, no porque sean mejores que los otros, sino porque ellos nos hacen mejores a nosotros sin darse cuenta, por el amor y el perfeccionismo con el que transmiten sus saberes con cada enseñanza y cada mensaje suyo es vocacional, eso que los llevará a ser imperecederos, aun cuando ya no estén con nosotros, permanecerán intactos en nuestra memoria y en todos aquellos que como yo hemos empezado a ser distintos desde que los conocimos y empezamos a aprender la verdadera ciencia del derecho de la forma como ellos nos la enseñan, son maestros de verdad, que no nos obligan a nada, sino que queremos seguirlos, porque son líderes innatos de la enseñanza, porque ellos no enseñan por obligación, sino porque es su esencia, van a las raíces mismas del saber, buscando siempre en las entrañas de la filosofía del derecho, para crear un mundo más equitativo y justo, armando las piezas del rompecabezas para colocar a la justicia donde se merece, porque para eso se es juez y maestro a la vez, porque eso es lo que tanto necesitamos y solo con ellos será posible lograr, porque sus enseñanzas permanecerán aun cuando se hayan ido materialmente, por lo cual, pasan a ser inmensamente geniales, inmortales e imperecederos, especiales, porque despiertan la luz de las estrellas apagadas como me encontraba yo y con un impulso de sus saberes y su manera de ver la vida jurídica, la justicia y la verdad, y transmitirla, nos hacen brillar de nuevo con una luz más brillante. Estas palabras hacen elogio a un juez y maestro de verdad, al gran Juez del Tribunal de la Provincia de Santiago del Estero de Argentina, el honorable, EDUARDO J. R. LLUGDAR, juez de jueces y maestro de maestros, humano por naturaleza y jurídico por excelencia, porque nadie puede negar que todos hemos conocido en un momento de nuestra vida a un docente que forjó nuestro carácter con su experiencia académica deforma magistral y de alguna manera distinta a los demás, pero ¿qué lo hizo ser distinto del resto? ¿Qué características de su labor, personalidad o enseñanzas hicieron que dejarahuellas tan profundas en nosotros como abogados, jueces, secretarios judiciales, docentes, investigadores o cualquier otro operador jurídico que seamos?Tal vez sería su entrega, su forma de mirar la dignidad de los seres humanos, los problemas jurídicos y sociales, para guiarnos a mejores soluciones, su vocación, su conocimiento, o esa manera tan simple de llegar a nosotros con su humildad y dar todode forma tan desinteresada, su sentido del humor, su habilidad para transmitir su conocimiento sin aires de grandeza y hacer lo complejo supremamente fácil con sus explicaciones sencillas o responder con gran criterio y sensatez cualquier circunstancia,saber estar, de forma razonada y dándonos la oportunidad que pusiéramos siempre en duda sus enseñanzas, para que profundizáramos e investigáramos lo enseñado hastaconstatarlo, sin perder la prudencia que lo caracteriza cuando de emitir un pronunciamiento se trata.El Juez, EDUARDO J. R. LLUGDAR, tiene todas estas y mil cualidades más que lo hacen inmensamente diferente a los demás jueces o magistrados de Latinoamérica, su sencillez y nobleza hacen que sea altruista como pocos y viva para la academia. Todoesto tiene mi gran maestro, porque él es un juez y maestro de verdad.Propongo al Juez, EDUARDO J. R. LLUGDAR, al reconocimiento de la Presea “Dr. Rodolfo Luis Vigo”, porque dicho reconocimiento sería merecido para un excelente profesional que vive y vive a ciencia cierta para hacer mejor a la justicia, a la rama judicialy a la sociedad y a los que le seguimos y aprendemos de él, el engrandece la enseñanza del derecho, a la que se dedica en cuerpo y alma, dedicado a llevar sus saberes a las altas cortes de los países latinoamericanos, donde es incuestionable que su presencia en lasactividades académicas de dichos países enriquecen en gran medida la formación del saber jurídico. Es notable que el Juez, EDUARDO J. R. LLUGDAR, busca superarse a sí mismos con cada curso, cada certamen, cada congreso, cada seminario, cada diplomado, maestría o especialización donde participa, porque su actualización es constante y es un avanzado en la utilización de las herramientas pedagógicas y de las comunicaciones (TIC´s), para llegar a cada rincón a través de la presencialidad o virtualidad sin importar la hora o el día, porque enseñar es su vida y lo hace con suprema pasión, alegría y vocación. Es un investigador constante y aporta conocimiento nuevo al saber jurídico y a las problemáticas sociales con sus novedosas investigaciones y libros.El honorable Juez, EDUARDO J. R. LLUGDAR, parece un ser incansable, formado de una madera especial y como todo buen profesional, es un alto juez, dedicado a su función que busca constantemente maneras de perfeccionar sus habilidades, explorarnuevas herramientas y aprender más y más hasta convertirse en un experto en su materia a base de dedicación, constancia y esfuerzo. Nunca se deja vencer por el orgullo, para eclipsar a otros, porque sabe que sería eclipsarse a sí mismo, ni siente que es demasiadobueno para no escuchar recomendaciones, y es ajeno a las dulaciones para evitar quedar ciego ante la verdad y esquiva entonces esas palabras que menoscabarían su valor.Siempre goza de una actitud positiva y ama lo que hace, que es administrar justicia y enseñar sin mezquindad, ya que por muy agotado que esté, nunca falta a los compromisos adquiridos. Lo he visto darnos clases hasta horas muy tarde, y con gran entusiasmodespués de jornadas extenuantes todo el día y al día siguiente estar en horas muy tempranas impartiendo cursos de formación a alguna Corte Suprema, Consejo de Estado, Corte Constitucional, alguna Universidad o Congreso internacional, por muy seguidosque sean los días de las sesiones impartidas de algún país latinoamericano, sin demostrar agotamiento ni deficiencia en su ponencia por el cansancio acumulado, porque quienes aman lo que hacen siempre dan una milla más y él no escatima ninguna milla, cuando de enseñar o impartir justicia se trata. El Juez, EDUARDO J. R. LLUGDAR, es así, porque los jueces o docentes que aman su oficio son así, fáciles de reconocer, ya que transmiten una sensación de vitalidad y energía inagotable, positiva, imperecedera en los tribunales que dirigen o clases que imparten. El Juez, EDUARDO J. R. LLUGDAR, sabe escuchar y es coherente en sus apreciaciones. Es un gran Magistrado, que aprende para enseñar y ser mejor cada día y enseña para aprender y para que los demás también seamos mejores. Es un magistrado respetado y con principios incorruptibles que cuando se transforma en docente es como si se mimetizara para enseñar y no le teme a ese cambio de rol, porque tiene claro quien es en cada uno de ellos, y ya en su prototipo de maestro no le gusta impartir un curso monótono ni uniforme, porque sabe que eso es un veneno contra la motivación de los estudiantes, porque los buenos docentes conocen el valor de la creatividad, la innovación y la sorpresa a la hora de infundir vitalidad y emoción en sus lecciones y eso es una constante en sus cátedras. No teme experimentar con nuevos recursos, ni arriesgarse ni salirse un poco de los paradigmas para alcanzar sus metas. Se adapta a las tecnologías de los nuevos tiempos, va a la vanguardia de lo que significa estar en consonancia con la excelencia y la exigencia, pero respeta la esencia del derecho sin amarrarse a formalismos excesivos que aten a una verdadera justicia, generando siempre en sus estudiantes y seguidores esa visión constructivista de un verdadero saber jurídico para crear una sociedad más justa. Sobre todo, lo mejor que tiene, es que genera confía con sus decisiones cuando ejerce como magistrado dando lo mejor de él a la justicia y como docente, motiva a sus estudiantes, que cree sinceramente en que sus alumnos valorarán sus enseñanzas y está seguro que somos capaces de llegar al éxito y nos exige de forma acorde a lo que él da y a lo que espera de nosotros, para que seamos distintos a lo malo que se ve en la sociedad, que debemos cambiar con nuestras actuaciones profesionales el mundo jurídico, y dar lo mejor de nosotros sin tener en cuenta el cargo que desempeñemos, para evitar la corrupción y no ser el mal ejemplo que indigna nuestra profesión y a la sociedad donde cohabitamos. El Juez, EDUARDO J. R. LLUGDAR, merece el reconocimiento del certamen, no para ostentar una presea inmerecida, ni alardear en su despacho de reconocimientos indignos de él, sino porque enriquece a la justicia tener personalidades como él, que llevan el listón de la rama judicial a la vanguardia y con honor, ya que no conozco, ni he conocido en toda mi vida a ningún otro Magistrado ni Docente, que se entregue de tal forma y viva por y para el derecho con esa pasión. El Juez, EDUARDO J. R. LLUGDAR, aunque no le fuera reconocida la presea que se merece sin lugar a dudas, seguirá llevando a lugares de privilegio el arte de administrar justicia y enseñar con excelencia a quienes queremos seguir sus pasos, que somos miles, porque es cierto que, EDUARDO J. R. LLUGDAR, es una luz en el sendero de los que queremos como él, seguir haciendo muy bien las cosas para ser mejores cada día y construir un mundo mejor y con personas como él lo lograremos. Es un honorable magistrado de casi 20 años de experiencia en el ejercicio, en los tribunales y de amplio reconocimiento y respeto a nivel internacional, cuya honorabilidad y excelencia no tiene mancha y su solo nombre cruza las fronteras del continente americano y su elevada trayectoria en la docencia del derecho lo enriquece más, sumándose a esto que, al ser juez en concursos de mérito, inclusive en los Estado Unidos, realza su valor y eleva su mirada panorámica en el ámbito del derecho comparado y los derechos humanos, donde su elocuencia y asertividad casuística le dan más relevancia a los espacios donde concurre. Adjunto hoja de vida (CV), del Juez, EDUARDO J. R. LLUGDAR. Cordial saludo. Saulo Enrique Ospino Pereira Saulo7910@hotmail.com ospinopineresabogadosasociados@gmail.com Docente investigador, Presidente en España de la Corresponsalía de la Red Latinoamericana de estudios e investigación de los Derechos Humanos y Humanitario. Magister en Derechos Humanos y Derechos Fundamentales. Especialista en Derecho medioambiental y legislación aplicable, universidad de Barcelona. Cofundador del despacho de abogados Ospino & Piñeres.

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